domingo, 4 de diciembre de 2011

Telarañas

Con la persuasión de su justicia poética,
La retórica intacta y su fe virtual,
Sorteó mentiras de mujeres y fantasía animadas,
Mientras, ella tejía su tela.
Nadie nos mira,
La araña seguía hilando deseos,
Perturbando la paz del artista
Mientras éste creaba nuevas leyendas de transgresión.
En la anarquía de tu masturbación:
¿Dónde queda la realidad?
Narrar contra tu sexo es narrar mi propia muerte:
Vuelve a untarte los pezones con miel.
Siente mi sangre vagabunda una vez más,
Vértigo de unos ojos que no veo:
Mi piel vomita la lujuria de tu paisaje.
Me debo a tu placer mientras esté cojo y loco,
Anclado a la libertad de tu jodido deseo.
Rojo, fuego nocturno,
Elogio de tu corazón.
Hoy, en la relectura de mis pasos
Me acordé de tu fama…….